RESPONDIENDO CON LA VERDAD

FECHA: 06/05/2018

Argumentos en contra de la Biblia

Buenos días pastor:

     Hace poco subí en Facebook una imagen sobre la Biblia y decía así: La Biblia dice que todo tiene su tiempo, ten paciencia, Dios sabe lo que es mejor para ti y sus tiempos son perfectos.

     Sin embargo un amigo respondió así por Facebook: La Biblia también dice que hay que apedrear a las mujeres infieles. Menosprecia a la mujer y la trata como un ser inferior. Justifica la muerte de los no creyentes y sino crees en ella te vas al infierno. La verdadera palabra de Dios no se encuentra en ese libro editado por Constantino a favor de la primera iglesia romana. Jesús vino a dar testimonio de otra verdad donde el principal mensaje es el amor, la paz, la igualdad y la hermandad entre todos los seres humanos y animales. Pero ser igual a un romano, a un judío, o a un sajón o a un africano, o a un chino o a una mujer, eso no lo podía asimilar la Iglesia y sus intereses por eso alteraron y editaron a su conveniencia los libros sagrados.

    ¿Qué opina sobre esto?

    Saludos

    NN

RESPUESTA

Hola NN, el argumento que usa tu amigo en contra de la Biblia es el argumento clásico de los humanistas. Antes de contestarte me pregunto: ¿Tu amigo es ateo? ¿agnóstico? ¿humanista? ¿o qué?

Primero, el problema que tienen los humanistas y agnósticos es siempre con la Biblia y con la divinidad de Jesús, así que harán todo lo posible por desvirtualizarlos, atacarlos y despojar a la Biblia de ser la Palabra de Dios. Dirán que fue escrita por hombres, que contiene errores y contradicciones, que es machista, racista e injusta, etc, etc.

Segundo, tú no tienes que probar nada, es él quien debe probar lo que dice.

Ahora pasaré a contestar de manera sucinta sus argumentos.

“La biblia también dice que hay que apedrear a las mujeres infieles”. 

Dice eso y mucho más, como apedrear a los homosexuales, eliminar a los pueblos cananeos, etc. Pero debes leerla dentro del contexto. Esto lo dice en el Antiguo Testamento (AT), 2,000 años antes de Jesucristo, es decir, hace mas de 4,000 mil años. La Biblia en el A.T. nos habla de la ira de Dios que viene en contra del pecado de la humanidad. Es decir cuando la maldad del hombre llega a un punto de no retorno, Dios se ve obligado a enviar su juicio. Los pueblos cananeos celebraban al dios Moloc con unos ritos orgiásticos en el que se quemaban vivos a niños recién nacidos. Ese tipo de salvajismo no es propio ni de los animales y Dios decretó su juicio contra los cananeos. Respecto a apedrear a las mujeres adulteras, respondía más a una medida profiláctica, debido a que las enfermedades de transmisión sexual (ETS) diezmaban a las naciones paganas vecinas a Israel y el sexo monógamo y heterosexual era la manera de salvaguardar a Israel de estas plagas que azotaban al mundo a su alrededor.

“Menosprecia a la mujer y la trata como un ser inferior”. 

Todas las culturas en la antigüedad, Egipto, Asiria, Medo-Persas, Griegos y romanos, tenían a las mujeres como inferiores al hombre. Y aun el día de hoy se debate esto, pues en la sociedad actual los salarios de las mujeres, que ejercen la misma función que los hombres, es muy inferior. Lo interesante fue el lugar que Jesús le dio a la mujer en el N.T. él la elevo y le dio importancia y la puso al mismo nivel que el hombre: “Porque todos ustedes, los que han sido bautizados en Cristo, están revestidos de Cristo. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer, sino que todos ustedes son uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:27-28).

“Justifica la muerte de los no creyentes y sino crees en ella te vas al infierno”. 

Es exactamente lo contrario, Dios no quiere que nadie perezca sino que todos procedan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Dios no desea la muerte del no creyente sino que le da, vez tras vez, oportunidad para que se salve y no perezca. “Sino crees en ella (la Biblia) te vas al infierno”. Eso tampoco es cierto, no es la creencia o no en un libro lo que te condena. Es no aceptar la oferta que Dios te da para librarte del destino que tus actos merecen. Cree en Dios y serás salvo (Romanos 10:9).

“La verdadera palabra de Dios no se encuentra en ese libro editado por Constantino a favor de la primera iglesia romana”. 

Parece que tu amigo repite como loro argumentos sin verificar su autenticidad. La Biblia católica es conocida con el nombre “La Vulgata Latina” y fue traducida por Jerónimo a finales del siglo IV, a pedido del papa Dámaso I. El A.T. fue traducido en su integridad de la versión conocida como “La Septuaginta”, que fue el A.T. que Jesús mismo usó y había sido traducida del hebreo al griego a pedido de los reyes ptolomeos y efectuada por 70 sabios judíos en la ciudad egipcia de Alejandría. Esto se debió a que la lengua hebrea estaba en extinción y se tradujo al griego comercial de la época. Así que el A.T. de la vulgata es una traducción de los libros sagrados judíos del A.T. a los que se le añadieron 7 libros que originalmente se hallaban escritos en griego, conocidos como “deuterocanónicos” (Tobías, Judith, Baruc, Eclesiástico, Sabiduría, I & II de Macabeos). El N.T. es igual para todas las iglesias y denominaciones cristianas.

Respecto a la manipulación de los textos sagrados por parte de Constantino, hay un argumento fehaciente en contra de esto. Y tiene que ver con los rollos encontrados en las cuevas del Qumrán al lado del mar muerto, en 1946. Que data de un tiempo anterior a Jesús y donde se halla un rollo con el texto del libro de Isaías exacto al texto que tenemos en nuestras Biblias actuales. Lo que demuestra que nuestra Biblia es fehaciente. Lo dicho por tu amigo es FALSO.

“Jesús vino a dar testimonio de otra verdad donde el principal mensaje es el amor, paz, igualdad y hermandad entre todos seres humanos y animales”. 

Esto no es lo que Jesús dijo: “Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz” (Juan 18:37). Jesús no vino ni a dar un mensaje ni a dejarnos un ejemplo (aunque realmente lo hizo, esa no fue su razón original). El vino con un sólo propósito, a morir en la cruz y pagar el precio por nuestro pecado.

“Pero ser igual un romano a un judío o a un sajón o a un africano o a un chino o a una mujer. Eso no lo podía asimilar la Iglesia y sus intereses por eso alteraron y editaron a su conveniencia los libros sagrados”

Esta aseveración es falsa, tiene que probarlo. La biblia permaneció inalterada gracias al poder de Dios.

En Cristo Jesús,
Pastor Lucho

Aplicación de la Sangre

Estimado Pastor:

Hace ya dos meses que asisto a su iglesia y le doy gracias a Dios por todo lo que estoy aprendiendo. Fíjese que he aprendido más en dos meses en su iglesia que en los cuatro años que asistí a la anterior iglesia. Sin embargo me preocupa la poca importancia que le dio ayer cuando conversamos respecto a la razón por la cual no se aplica la sangre de Cristo en su iglesia. Mi hija estaba gravemente enferma y fuimos a una iglesia y se nos enseñó a aplicar la sangre de Jesús para que ella sanara, mi esposa y yo todas las noches orábamos sin cesar, aplicando una y otra vez la sangre de Jesús” y ella sanó. Pastor, no se trata de un tema de iglesia sino de fe en las cosas de Dios y en su aplicación, creyendo y declarando. Sabemos Pastor que nuestro Señor Jesucristo venció a Satanás con la aplicación de la PALABRA de DIOS.  Luego del milagro de sanidad de nuestra hija nos iniciamos en la iglesia, pasaron cuatro años y mi cuñado me invitó a Gracia Calvary Chapel y quedé prendado de la enseñanza, como ustedes lo hacen de la Palabra de Dios. Ha sido un despertar espiritual conocer la Biblia más profundamente. Por eso le adjunto un artículo sobre el sustento bíblico sobre la “Aplicación de la Sangre de Jesús”. Se que será una bendición para su congregación si lo llegara a enseñar. Finalmente pastor, siempre en mis oraciones recurro a la preciosa sangre de Jesús para que día a día me limpie de toda maldad y de la acechanza del enemigo.

Bendiciones,

NN

—————–

RESPUESTA

Estimado Hermano:

Muchas gracias por tu correo, por la sinceridad de tus palabras y por la genuina preocupación que tienes al reconocer que algo que es tan importante para ti, yo no le de la importancia que tú le das, pues afirmas haberlo experimentado y esto te motivó a escribirme el correo.

Primero que nada déjame contarte que en mis 36 años de cristiano he visto tantas cosas y cuanto daño se le ha hecho a las personas presentando como bíblicas enseñanzas que no lo son. Hoy ya no se enseña La Biblia, sino se enseña de la Biblia y son dos cosas completamente diferentes. Una cosa es enseñar la Biblia, libro por libro, capítulo por capítulo y versículo por versículo y otra cosa muy diferente es sacar versículos de distintos libros y juntarlos para armar una enseñanza.  Precisamente lo que me has enviado como “el Sustento Bíblico sobre la aplicación de la Sangre de Jesús” cae en la segunda categoría donde más de doce pasajes bíblicos son sacados de distintos contextos para armar una enseñanza, y esto no es lo que dice cada pasaje del sustento bíblico que me has enviado. Si los vuelves a leer dentro de su contexto te aseguro que te sorprenderás.

Ahora solo quiero analizar tu correo y las palabras que escribes. Quiero aclararte que te escribo con mucho respeto y amor, y mi correo va escrito con una sincera humildad, por favor no lo tomes a mal, pero voy ha hacerte preguntas sencillas para que me expliques las cosas que no entiendo a la luz de la Palabra de Dios.

(1) Empiezas relatando el testimonio de cómo la enfermedad de tu hijita te llevó a buscar a Dios y llegaste a la iglesia. La mayoría de nosotros llegamos a Dios en medio de una tragedia, enfermedad o necesidad, Dios se vale de ella para que lo busquemos.

(2) Luego usas la palabra ‘nos iniciamos’, y esa palabra si me preocupa, por el profundo contenido esotérico que tiene. Los cristianos no nos iniciamos en alguna iglesia, en realidad nos convertimos a Jesucristo. Sí usaste la palabra simplemente como sinónima de ‘comenzar a asistir’, no consideres este argumento. Pero sí has querido decir que a través de un encuentro te iniciaste en la iglesia, sí me gustaría que me lo explicaras.

(3) Luego dices: “mi esposa y yo todas las noches orábamos sin cesar, aplicando una y otra vez la Sangre de Jesús”. Si has querido decir que oraron mucho y le pidieron a Dios que sane a tu hija, lo entiendo. Pero si lo que estás queriendo decir es, que después declarar con mucho esfuerzo, vez tras vez y confesar hasta lograr que tu hija se sanó. Eso si necesito que me lo expliques. Tengo algunas preguntas:

3.1 ¿Muéstrame un solo versículo en la Biblia que diga que tenemos que aplicarnos la sangre de Jesús?

3.2 ¿Cómo te aplicas la sangre de Jesús? Se aplican las cosas físicas, una pomada, una crema, una loción. Jamás he visto en la Biblia que se nos diga que nos apliquemos algo espiritual.

3.3 ¿La aplicación es solo verbal? ¿Sólo con decirlo ocurre?

Después de estudiar la Biblia por tantos años te puedo decir que no fue la aplicación de la sangre de Jesús la que sanó a tu hija (de ser así fueron ustedes quienes la sanaron pues ustedes le aplicaron la medicina). Quien sanó realmente a tu hija fue el mismo Jesús quien a través de su Espíritu Santo derramó el don de sanidad sobre tu hija.

(4) Luego dices: “no se trata de un tema de iglesia sino de fe en las cosas de Dios y en su aplicación, creyendo y declarando”. Existe una doctrina dentro de las iglesias pentecostales y carismáticas que se le conoce con el nombre de la “Confesión Positiva” y en resumen enseña que debemos confesar y declarar cosas positivas. Sí declaras cosas negativas, estas te vendrán. Esta doctrina, en el fondo, enseña que somos como Dios, pues podemos crear cosas con nuestras palabras y eso fue exactamente lo que le dijo la serpiente a Eva en el Jardín del Edén: ¡serán como Dios!

Algo que probablemente ignores es que el origen de ‘declarar y confesar’ tiene sus orígenes en el seno del hinduismo, exactamente en lo que se conoce como: ‘La Meditación Trascendental’, donde se le enseña a las personas a concebir realidades en el mundo espiritual y luego hacerlas realidad a través de la confesión positiva. Lamentablemente quien introdujo este caballo de Troya del hinduismo al cristianismo fue el pastor coreano Paul Yongi Cho en su libro: “La Cuarta Dimensión”, y le puso versículos bíblicos a esta doctrina para enseñarla como cristiana. Definitivamente nosotros no solo no creemos, sino que nos oponemos a estas enseñanzas pues no son bíblicas y producen mas daño que bien. Entra a nuestra página web (http://www.graciacalvarychapel.org) y revisa los puntos: Iglesia, Que nos distingue, y sabrás exactamente que es lo que creemos.

(5) En Efesios 6, no dice que tomes y te pongas la armadura de Dios con solo decir: yo me pongo el yelmo, me pongo la coraza, ¡eso es ridículo! Lo que realmente dice es que en nuestra vida se debe reflejar la verdad de su Palabra, vivir vidas justas, debemos compartir el evangelio y vivir vidas de fe. No dice que todas las mañanas tenga que confesar y declarar: me ciño la coraza, me pongo el apresto, agarro el escudo, me coloco el yelmo y agarro la espada. Es mucho más que eso. En todo el Sermón del Monte (Mateo 5-7) Jesús puso en ridículo las enseñanzas literales de los líderes religiosos y Jesús repite vez tras vez: “oíste que fue dicho… pero yo les digo”, los líderes religiosos lo hacían superficialmente y Jesús enseñó que lo que realmente importa es la intención del corazón y no la realización del acto.

(6) También dices: “sabemos Pastor que nuestro Señor Jesucristo venció a Satanás con la aplicación de la PALABRA de DIOS”, en realidad no es como lo dices. En primer lugar ¿quién llevó a Jesús al desierto? El Espíritu Santo, ¿para qué lo llevó? para que fuera tentado por el diablo cuando empezaba su ministerio terrenal después que fue bautizado por Juan en el Jordán. El diablo lo tentó en el cuerpo, en el alma y en el espíritu. Jesús siempre respondió con aquello que estaba lleno su corazón: la Palabra de Dios. De la abundancia del corazón habla la boca. Jesús rebosaba con la Palabra de Dios. Lo que es interesante aquí es que el diablo lo dejó, Jesús aun no lo había derrotado definitivamente. Fue en la cruz donde Jesús venció definitivamente al diablo, cuando derramo su sangre en la cruz por nuestros pecados de una vez y para siempre.

No tenemos que ir por todas parte repitiendo mantras y rezos como los religiosos que no conocen al Señor. El católico le ora a las llagas de Cristo, se cubre con el manto de María, se consagra al corazón de Jesús y hoy muchos evangélicos hemos entrado en la misma religiosidad aplicándonos la sangre. No es la sangre, ¡es Jesús!, se trata de Él. No es lo que Jesús enseñó o el ejemplo que nos dejó. ¡Es Jesús! Se trata de Él. ¡Él es el cristianismo! El murió por nosotros y derramo su sangre y nos salvó, pero no lo separes en componentes: la sangre de Jesús, el corazón de Jesús. ¡Eso no es Bíblico! Quienes no tienen una relación con Él, necesitan hacer estas oraciones, estas declaraciones, para protegerse. No se trata de eso, Dios quiere que seas libre de esas ataduras. No somos nosotros quienes logramos las cosas por lo que hacemos, decimos o confesamos. El cristianismo es pura gracia, no hicimos nada y no tenemos que hacer nada para obtener cosas de Dios. La palabra ‘misericordia’, etimológicamente significa no recibir lo que merecemos. Dios en su misericordia retuvo el castigo que merecíamos. La palabra ‘gracia’ significa lo opuesto: recibir lo que no merecemos, y eso es exactamente lo que hace Dios, retiene nuestro castigo y nos bendice con la sanidad, el perdón de pecados, la vida eterna, nos da de su amor y de su paz. Todo por pura gracia. No tienes que pasarte todas las mañanas confesando ni declarando, ni amarrando demonios. ¡No! Dios quiere hacernos libres y desea que vivamos una vida en abundancia, pero no abundancia de cosas materiales o ejercicios espirituales, sino de una abundante relación con Él.

(7) Finalmente dices: “siempre en mis oraciones recurro a la preciosa Sangre de Jesús para que día a día me limpie de toda maldad y acechanza del enemigo”, yo en cambio, cada mañana contemplo su hermosura, le agradezco por todas las bendiciones no merecidas que me da. Estoy agradecido por lo que hizo, recurro a Él, le agradezco que ya limpió mi maldad, proveyó para el perdón de mis pecados. El enemigo no me asusta, no le temo a sus acechanzas, pues mayor es el que está conmigo que el que está en el mundo.

Finalmente uno vive de acuerdo a lo que cree, por lo tanto es importante tener una sana doctrina. En Cristo Jesús,

Pastor Lucho